miércoles, 24 de junio de 2020

BREXIT: THE UNCIVIL WAR (LA GUERRA INCIVIL)


Brexit (2019) Película - PLAY Cine

Brexit, the uncivil war, es una película que nos muestra que la política moderna no es una batalla entre la derecha y la izquierda sino una pugna entre lo viejo y lo nuevo, entre una visión abierta y solidaria, internacionalista, y el retorno al mundo de las fronteras, los muros, el rechazo al extranjero y al enaltecimiento de lo propio y el desprecio a lo de los otros.
Dominic Cummings, el líder de la campaña por el leave (salir) en el referéndum. Cummings simboliza dos cosas: la comprensión de la frustración de un sector de la población, que se siente amenazado por la globalidad y la inmigración, y el entendimiento de que las campañas políticas ahora pasan por el uso de big data, con avisos direccionados al perfil de cada uno de los votantes.

Dominic Cummings. Un tipo que quiere darle una vuelta a la manera de hacer política hoy día. Un hombre explosivo, sin escrúpulos cuando se trata de ganar. Encontró el eslogan que le llevaría a la victoria en junio del 2016: “Vote leave, take control” (vota salir, toma el control). El personaje de Cummings articula toda la película. Es un outsider de la política, que desprecia a los viejos lobistas y a las prácticas tradicionales. Su actitud corporal es manifiesta: camisa afuera del pantalón, mochila, mangas arremangadas, toda una cuidadosa desprolijidad que contrasta con los trajes cruzados de los políticos de derecha.

Cummings es un genio de la comunicación política y tiene todos los tics de los genios: es antisocial, escucha ruidos en su cabeza, se encierra en un armario para escribir y desprecia a todos sus semejantes. Un nerd, experto en información, le revela a Cummings el secreto de Internet, que no es otro que poder identificar las preferencias de los votantes, con la potencia de los big data, de acuerdo a su actividad en las redes sociales. La propaganda dirigida, mezclada con alguna cuota noticias falsas puede hacer lo suyo. Tomar el control, conocer los datos personales de los electores, decirles lo que les gusta escuchar, bombardear con mensajes que les convienen, aunque sean falsos, forma parte de las estrategias electorales. En definitiva, mentir con total impunidad, aunque ello provoque una guerra incivil.